





Se basa en el principio de similitud:
“Toda sustancia que es capaz de producir síntomas en el hombre sano puede eliminar esos mismos síntomas en el hombre enfermo, si la sustancia es administrada en dosis muy bajas llamadas infinitesimales.
Para ello disponemos de dos laboratorios, uno de ellos estanco. Ambas salas disponen de diferente gradiente de presión y filtros HEPA.