Una cistitis es el resultado de la respuesta inflamatoria a la adhesión de las bacterias a la superficie de la mucosa de la vejiga y de la uretra.

La orina es fisiológicamente estéril gracias a una serie de mecanismos de defensa naturales:

  1. PH de la orina.
  2. Concentración de urea.
  3. Osmolalidad o concentración de todas las partículas contenidas en el fluido.
  4. Concentración de amoniaco.
  5. Caudal urinario: Generalmente 1,5 Litro/día.

Cualquier agresión o invasión por microorganismos a uno o varios tejidos del entorno urinario provocará una Infección Urinaria.

La CISTITIS es 50 veces más frecuente en la mujer que en el hombre, esto se explica porque la mujer presenta una uretra corta y próxima a la zona vaginal y anal, zonas en las que hay presentes bacterias; por otra parte, las glándulas periuretrales no tienen actividad antibacteriana a diferencia del líquido prostático que sí presenta esa actividad. También la orina de la mujer tiene un PH más elevado ( menos ácido) que el del hombre ( la acidez de la orina inhibe el crecimiento bacteriano ) sobre todo en el embarazo.

En el hombre, las infecciones urinarias son poco usuales, debido a que la uretra es más larga, lo que impide la colonización bacteriana. Aunque a partir de los 50 años, la incidencia de infecciones urinarias en el hombre aumenta claramente por la aparición de las enfermedades prostáticas. La disminución de las secreciones prostáticas y el mal vaciado de la vejiga (debido generalmente a adenoma prostático)  favorecen el desarrollo de infecciones urinarias.

EVOLUCIÓN:

Por lo general, la cistitis aguda simple evoluciona espontáneamente hacia la curación en ausencia de tratamiento, aunque en ocasiones, si no se instaura tratamiento puede derivar en pielonefritis (afectación del riñón). Instaurando tratamiento con antibiótico la cistitis se cura y normalmente no presenta recidivas ni más complicaciones.

SINTOMATOLOGÍA:

  • Dolor o ardor al orinar
  • Deseo de orinar frecuentemente sin poder evacuar mucha orina
  • Presión en el bajo vientre
  • Orina turbia que desprende olor desagradable
  • Ausencia de fiebre
  • En ocasiones, puede aparecer sangre en la orina

CAUSAS: El 80% de los casos se debe a una infección provocada por la bacteria Escherichia coli. Es un germen que coloniza de forma natural el intestino grueso cercano a las vías urinarias. Por tanto, las bacterias pueden penetrar fácilmente por la uretra pasando a la vejiga donde se fijarán a la pared interna de la misma, para multiplicarse y propagarse formando lo que se llama BIO-PELICULA BACTERIANA que recubre el interior del aparato urinario dando lugar a la inflamación, irritación e hinchazón tan característicos de las cistitis. Los conductos urinarios pueden quedar obstruidos haciendo que el paso de la orina sea difícil y doloroso.

FACTORES DE RIESGO:

  1. Sexo femenino.
  2. Actividad sexual.
  3. Embarazo.
  4. Edad: menopausia en la mujer, trastornos prostáticos en el hombre.
  5. Problemas en las vías urinarias.
  6. Estreñimiento.
  7. Otros factores como higiene insuficiente, pantalones y ropa interior ajustada o de material que impide la transpiración, aporte hídrico suficiente, etc.

TRATAMIENTOS:

El tratamiento de las cistitis se basa en un inicio rápido con antibióticos. Generalmente, las cistitis simples el tratamiento es corto, de una sola toma bien durante un día o dos. En las infecciones de repetición ya se pasaría a tratamientos más largos de 5 ó 7 días.

Actualmente, hay un aumento importante de la resistencia a los antibióticos utilizados en el tratamiento de las cistitis que dificulta la resolución total de la infección. Hoy en día la resistencia a los antibióticos supone un importante problema de salud a nivel mundial al que han contribuido, entre otros, el uso imprudente e indiscriminado de los antibióticos, que está obligando a la comunidad científica a buscar alternativas para poder combatir infecciones que ya no se curan con los antibióticos tradicionales.

Tratamiento profiláctico: Se basa en una serie de consejos higiénico-dietéticos que pueden reducir el riesgo de infección:

  • Beber diariamente al menos 2 litros de agua.
  • Orinar cada 3 ó 4 horas, no aguantar las ganas.
  • Regularizar el tránsito intestinal.
  • Higiene íntima adecuada, sin excesos.
  • Evitar ropa demasiado ajustada y ropa sintética para favorecer la transpiración.
  • Orinar a continuación de las relaciones sexuales.

Tratamiento con fitoterapia:

  •   Arándano rojo ha demostrado una gran eficacia en la prevención de las cistitis. Posee una acción inhibitoria en la adhesión de las bacterias a la pared de la vejiga impidiendo así la formación de la BIOPELÍCULA BACTERIANA y por tanto, la proliferación de la infección. La toma de arándano rojo disminuye significativamente el uso de antibióticos, gracias a sus principios activos que son las PROANTOCIANIDINAS de tipo A (PACs A) que impiden que las bacterias se adhieran a la pared de la vejiga y por tanto proliferen. También el arándano rojo tiene actividad antiinflamatoria y acción antioxidante.
  • D-Manosa es un azúcar simple que completa la acción antiadhesiva del arándano rojo aumentando el efecto del mismo.
  • Brezo es una planta con propiedades drenantes y antiinflamatorias.
  • Gayuba es una planta con acción antiséptica urinaria.
  • Probióticos Son bacterias beneficiosas para la flora intestinal y vaginal, suscitan interés para prevenir las infecciones urinarias recurrentes.
  •  Vitamina C Ayuda a acidificar la orina disminuyendo así la colonización de la vejiga por bacterias, al mismo tiempo refuerza el sistema inmunitario.

 

¿Qué es la cistitis? Síntomas de la cistitis y las causas que la producen